Una auténtica Katana hecha a mano en Japón se llama nihonto. Suelen costar entre 10.000 y 25.000 euros o más.
En general, las katanas son muy caras, y cuando se trata de una auténtica katana samurái, las cosas se ponen aún más caras.
En comparación con los productos chinos, los precios suelen oscilar entre 1.000 y 4.500 euros para un artículo considerado "razonablemente tradicional".
¿Por qué es cara una auténtica Katana?
Técnicamente, estas espadas Katana clásicas, forjadas de forma tradicional, se caracterizan por unos procesos de producción únicos y que requieren mucho tiempo.
Entre ellos se incluyen el doblado, el laminado y el endurecimiento diferencial, todas ellas tareas difíciles que requieren amplios y adecuados conocimientos para crear una Katana perfecta.
Tenga en cuenta que el método de doblado de una Katana no requiere mil veces como podría pensarse. Rara vez se necesitan más de quince. Sin embargo, a pesar de la reducción del número de pliegues, sigue siendo posible crear un número impresionante de capas, que a menudo supera las 32.000.
En el antiguo Japón, la calidad del mineral de hierro no era muy buena. Pero gracias a la habilidad innovadora de los forjadores de espadas, utilizaban varias placas de hierro impuro, que luego purificaban sobre una llama.
Tardaban 72 horas en completar la técnica de purificación, y lo hacían en un horno especialmente diseñado, el Tatara. Este proceso se utilizaba para producir Tamahagane, el famoso acero utilizado en la Katana tradicional.
La forja contribuye a los aspectos físicos vitales de una Katana, y existen diferentes formas de hacerlo. Entre ellas están la forma más sencilla, Kobuse, Sanmai y Shoshu Kitae para las más complicadas. Todos estos métodos tienen algo en común: implican la fusión de piezas de acero de diferentes durezas.
La fusión produce una hoja que conserva su filo sin romperse.
El principio general del proceso es producir una hoja con un filo duro. También debe estar rodeado por una envoltura flexible.
Es en la arcilla y el templado diferencial donde entra en juego el concepto de dorso blando y filo duro. También se produce el Hamon japonés. La práctica consiste en cubrir la hoja con una capa de arcilla.
Se necesita una capa gruesa en el lomo y una fina en el filo. Después se calienta a unos 750 grados centígrados y se sumerge en agua para enfriar el filo más rápidamente. El resultado de este procedimiento es una hoja con un filo fuerte, mientras que toda la hoja permanece flexible.
Katana auténtica frente a "falsa"
En cuanto al debate entre Katana auténtica y falsa, algunos puristas afirman que la única Katana Nihonto auténtica fabricada en Japón cuesta más de 5.000 euros. La producción de espadas auténticas está estrictamente regulada, y Japón tiene algunas de las leyes sobre tenencia de armas más estrictas del mundo. Por ello, cada maestro herrero tiene un límite de producción de espadas, y ésta es una de las razones por las que las Katanas auténticas fabricadas en Japón son tan caras.
Sin embargo, se pueden encontrar réplicas en Japón por entre 100 y 1.000 euros que son de muy buena calidad. Pero si quiere una Katana auténtica con acero Tamahagane, tendrá que ahorrar su dinero.
Sin embargo, definamos lo que entendemos por "auténtica"...
Si definimos una verdadera espada como hecha a mano, con una verdadera línea de temple hamon, extremadamente afilada, bien equilibrada, con una nomenclatura de alta calidad y capaz de cortar como un sable láser, entonces podrá encontrar precios por debajo de los 5000 €.
En realidad, para un aficionado, es bastante complicado distinguir entre una Katana de 500 euros y una Katana de 5000 euros. Visualmente serán muy similares, pero los detalles marcarán la diferencia.
Incluso un experto con una simple imagen podría tener problemas para diferenciar las espadas.
¿Por qué es tan diferente el precio?
La reputación del herrero y de la empresa que forjará la espada influye mucho en el precio. Se dice que un experto o aficionado podría reconocer por quién fue forjada la espada y en qué prefectura de Japón.
En segundo lugar, una espada japonesa puede tardar más de un año en fabricarse a mano, utilizando aceros específicos de Japón. Hay muy pocos maestros de la katana en Japón, lo que hace que los sables auténticos sean raros.
